Lean es buen humor

La mejor manera de acabar la semana y empezar el fin de semana es siempre con humor. En Lean el buen humor tiene vital importancia y por ello hoy os compartimos este artículo de nuestro compañero Pablo Díaz-Masa sobre el buen humor en Lean:

La palabra humor procede del latín humor, humoris, que significa “líquido, humedad”, que a su vez es una adaptación del vocablo griego χυμός.

La medicina griega se basaba en las teorías de los cuatro humores o líquidos dominantes en el cuerpo (doctrinas de Hipócrates y Galeno). Estos líquidos eran sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. Consideraban que la salud se basaba en el balance de estos líquidos, y que cuando esto ocurría, entonces el sujeto estaba de “buen humor”.

Veamos. Lean crea flujo de valor continuo para satisfacer al cliente de modo sostenible. Este flujo tiene que mover solo lo que valora el cliente, y de modo continuo, natural, estable y flexible. De hacerlo así, diremos que es un “buen flujo”. Si flujo y humor en cierto sentido vienen a ser sinónimos, podríamos decir que “buen flujo” es lo mismo que “buen humor”. No sé si el razonamiento está traído por los pelos, pero a mí me sirve.

Que Lean sea buen humor me sirve para ilustrar que Lean NO se puede imponer y que Lean NO es un conjunto de herramientas técnicas que se aplican para problemas concretos.

NO se puede imponer porque es una filosofía, una cultura, que las personas de la organización acogerán si resultan beneficiados de su aplicación. Si no, será un teatro o un prefijo molón a colocar en el título de las áreas o de las actividades de la empresa.

NO es un conjunto de herramientas. Claro que Lean dispone de herramientas, propias o tomadas de otras disciplinas, para llevar a cabo sus principios. Pero el uso de las herramientas no son el fin. Mi experiencia es que aplicar una herramienta sin apoyar por qué hace que sea aburrida. Y al final se convierte en una forma de exprimir a los trabajadores. He visto muchas veces cómo el empleo de SMED o Trabajo Estandarizados estresa sobremanera a los trabajadores (creando mal humor), cuando si se aplican con filosofía Lean les ayuda (creando buen humor).

«Si tú no te lo pasas bien, ni los alumnos ni los trabajadores se lo están pasando bien»

¿Quién compra algo que no le hace bien? Pues eso: Lean es BUEN HUMOR.