Dos métricas imprescindibles que necesita tu proyecto para obtener financiación europea

Dentro de la literatura financiera empresarial, el CAPEX (CAPital EXpenditures) y el EBITDA (Earnings Before Interests, Taxes, Depreciations and Amortization) son indicadores tan importantes como para un conductor de rally lo puede ser el volante de su coche.

Si a un conjunto de evaluadores de proyectos les hiciéramos la pregunta de cuál sería el primer indicador que analizarían para valorar la viabilidad económica de un proyecto, en un alto porcentaje dirían el EBITDA. Si seguidamente les preguntásemos qué métrica elegirían para valorar la rentabilidad de sus inversiones de capital, muy probablemente responderían el CAPEX.

Para entenderlos mejor definiremos primero que indica cada uno de ellos:

  • El EBITDA nos dice el beneficio que obtendría nuestra empresa sin tener en cuenta amortizaciones, impuestos ni gastos financieros. Es el ratio de rentabilidad más relevante y más usado internacionalmente -al no incorporar efectos fiscales- para comparar modelos de negocio y valorar su capacidad de generación de beneficios y viabilidad económica. Un dato muy positivo es un EBITDA > 8% de la Cifra de Negocio.
  • El CAPEX nos da información sobre la rentabilidad de las inversiones de capital realizadas, es decir, aquellas inversiones en activo fijo que provocan un impacto positivo en los beneficios operativos. No hay un óptimo para esta ratio, todo depende del sector, actividad y capacidad de realizar inversiones por parte de la empresa, de ahí que su análisis dependa de varios factores.

Los dos indicadores hablan de la capacidad de generación de beneficios (EBITDA a partir de las ventas y CAPEX a partir de la inversión en capital). Es de gran importancia tener controlados y saber justificar la correlación de estos indicadores ante un proyecto de inversión ya que la concesión de la financiación puede depender en buena parte del comportamiento de éstos. Una empresa en fase temprana es muy probable que sus inversiones iniciales generen un CAPEX muy elevado, muy por encima de su EBITDA. En una empresa en fase madura lo normal es que ocurra todo lo contrario.

Es de gran importancia tener controlados y saber justificar la correlación de estos indicadores ante un proyecto de inversión ya que la concesión de la financiación puede depender en buena parte del comportamiento de éstos.

No existen niveles óptimos para medir ambos ratios, depende del sector, actividad, país, etc., pero sí una justificación razonable para que el encaje de ambos indicadores ayude a que la evaluación de nuestro proyecto sea favorable y, por lo tanto, financiable. Un ejemplo que podría ser desfavorable lo encontraríamos cuando la inversión de capital supera la suma del EBITDA de nuestro proyecto en más de 5 años consecutivos, lo que nos indica de que nuestras inversiones no nos están haciendo más competitivos para aumentar la venta o vender con un margen superior. Otro ejemplo de valoración negativa lo veríamos en un proyecto cuya relación entre el incremento de la Cifra de Negocio y la Inversión de Capital sea inversamente proporcional.

Al igual que estos indicadores, existen otras métricas financieras clave ante proyectos de financiación, como son Necesidades Operativas de Fondos, ROI, ROA, Fondo de Maniobra, etc. que potencien la presentación financiera de tu proyecto.

Si quieres profundizar esta información y conocer qué otros factores influyen en la obtención de financiación de proyectos europeos, te esperamos en la jornada de gestión y financiación para proyectos de innovación, organizada por la Confederación de Empresarios de Albacete (FEDA) el próximo 27 de abril. Sigue el enlace e ¡inscríbete aquí!